LIMPIEZA DEL TELESCOPIO DE 610 MM DE ABERTURA

El Observatorio La Cambra dispone de uno de los telescopios amateur más poderosos de España, se trata del (T)610/2.500 mm fabicado magistralmente por Joan López Vila. Durante estos últimos cinco años, nos ha permitido disfrutar de las "Maravillas del Cielo", con él hemos fundado AstroARAs en el 2017 y alrededor de él, hemos admirado los objetos del cielo, desde los detalles planetarios de Marte, Júpiter o Saturno, hasta los de la Luna, aunque lo más imponente queda reservado para los objetos de cielo profundo bajo los aún prístinos cielos de Aras de los Olmos. Así, los cúmulos globulares resueltos, parece que sean cúmulo abiertos, las nebulosas brillantes son detalladas, incluso alguna nebulosa planetaria se detecta con el azul característico. La nebulosa planetaria M57, nos permite captar su estrella central al límite de visión, aunque para ello tengamos que emplear los superoculares de dotación. Sin embargo, los años hacen mella y al final, hemos tenido que limpiar la óptica. Fue Lluís Farinós quien nos animó a Alejandro Vera y a Joanma Bullon, a desmontar la óptica y a limpiarla, poniéndonos manos a la obra el domingo 12 de diciembre. Tras un metódico escaneo con una cámara planetaria del estado de la óptica, desmontamos el espejo principal y procedimos a su limpieza con jabón, agua del grifo, agua destilada y un secador de cabello, además del día tan bueno que hacía, soleado. Mostramos a continuación algunas imágenes de cada momento, esperamos disfrutar de este magnífico telescopio en los años venideros y seguir contemplando cometas como el actual Leonard y por supuesto compartir con simpatizantes y socios de AstroARAs.

Examinando el estado del espejo principal.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Análisi con una cámara planetaria del centrado óptico antes de desmontarlo.

Primer enjuague con agua del grifo del espejo principal.

Limpieza con enjabonado de la superficie y clareado con agua destilada.

Por último, secado de las gotas residuales.

Limpieza del tubo con compresor de aire y estado final de la óptica impecable.

Prueba final tras un laborioso colimado óptico de cómo se veía la Luna, Júpiter, Saturno y objetos de cielo profundo que hicieron las delicias de la noche.